Querido diario, tengo que abrir una nueva hoja para explicarte lo que me ha pasado. No tengo una enfermedad grave a parte de estar un poco tonto, pero alguna tenía que ser la primera vez que sucediera.
He trabajado en una fiesta, vale, eso es algo habitual. Pero esta vez era extraño. Alumnos universitarios de todo el mundo juntos en una gran carpa. Allí me llevó Artilugio Producciones a trabajar tranquilamente, bueno tranquilamente no porque abía que volar al montar y desmontar, pero sí divertidaente.
A ritmo cubano empezó la noche con Rumba con tumbao, cogiendo ritmo y salseo. Y ole ole ole, ánimos de cena que se convertían en baile poco a poco y enganchándose al ritmo de las congas y de tres cubano. Acompañado de bajo y guitarra se cmpletaba un ritmo que me incitaba a bailar aunque tuviese que mantener la compostura. Todos vestían bien, menos yo claro, que iba con mis botas, pantalones y camiseta de trabajo.
Continuando, parte de a fiesta era el grupo The wolfbrothers, rockeros. Cambiado el escenario y adaptada la microfonía y monitores, subieron a golpe de guitarra eléctrica para finiquitar la parte musical en vivo.
Desmonte de escenario, carga, viaje y descarga en el almacén... Y a domir. Pero 6 días después, abra cadabra, The wolfbrothers en la sala Beat Club, y sí, allí estaba yo de nuevo.
Trabajar es duro pero cuando reciba mi sueldo lo veré con otros ojos fijo... Fijísimo. Por lo pronto me queda darte un vídeo-resumen.
Marcos
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