Querido diario...

Querido diario, tú me conoces mejor que nadie y sabes ya cómo me siento. No es triste, no es agitado, no es como predecía el horóscopo sino que es un estado multipolar que depende del día y el ajetreamiento que tengo. Descansar no es fácil para mí, nací cansado.

Hoy empiezo tus hojas con la ilusión de que me robes unos minutos de vez en cuando y desvelarte los secretos que esconden los micrófonos, mesas de mezclas, cables, el borrachillo del pueblo que se hace el gracioso tocándolo todo, el típico que dice conducir un vehículo más grande que el tuyo e intenta orientarte para entrar mejor a la plaza (pero tú y yo sabemos que no se le hace ni caso), las noches sin dormir y días comiendo a base de gominolas y hamburguesas...

Acostumbraré a dedicarte unas palabras escritas y otras en vídeo para que sea más guay e interactivo, y sobre todo porque el vídeo es más espontáneo, me cuesta menos tiempo (a quién pretendo engañar) y no puedo retocar mis enfados con los músicos.

Sabes que me duele la espalda y las piernas de forma habitual así que dile a mi madre que me deje descansar un rato más en silencio que hoy tengo que trabajar otra vez.

Si quieres saber un poco más de mí, acude a la primera hoja, donde pone eso de "propiedad de..." y que todo el mundo pone "es privado y por eso lleva candado", sí, un candado de esos absurdos que se abren con la mano e incitan a que todos lean. Te dejo el acceso a esa hoja para que no me rompas el mierdacandado nuevo: "pincha aquí para ir a la primera hoja megaprivada"


 


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